Por qué tu desbrozadora pierde potencia
¿Tu desbrozadora antes funcionaba con fuerza y ahora parece que apenas corta?
No estás solo.
Este es uno de los problemas más comunes que enfrentan los usuarios, tanto en desbrozadoras de gasolina como en eléctricas o de batería.
Pero, ¿qué hace que una desbrozadora pierda potencia de repente?
Antes de empezar
Lo primero es observar cuándo y cómo tu desbrozadora pierde fuerza.
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¿Pierde potencia al acelerar?
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¿Funciona bien en frío pero se ahoga en caliente?
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¿Corta unos minutos y luego se apaga?
Según el momento en que ocurre, podrás saber si el problema viene del combustible, del aire, del sistema eléctrico o de un mal mantenimiento.
Identifica el tipo de pérdida de potencia
1. Revisa el filtro de aire:
Un filtro de aire sucio es la causa número uno de pérdida de potencia. Si está taponado, el motor no respira bien y la mezcla de combustible se vuelve demasiado rica.
Saca el filtro y límpialo con aire a presión o sustitúyelo si está muy ennegrecido. Este simple paso te devolverá toda la fuerza a tu desbrozadora.
2. Comprueba la mezcla de gasolina y aceite:
Si tu modelo es de gasolina, una mala mezcla también hace que mi desbrozadora no tenga potencia.
Usa siempre la proporción recomendada por el fabricante (normalmente 1 parte de aceite por 40 o 50 de gasolina). Si el combustible es viejo, vacía el depósito y pon gasolina fresca. La mezcla degradada pierde octanaje y el motor se “ahoga”.
3. Limpia el carburador:
El carburador es el corazón del motor. Si está sucio o mal ajustado, la desbrozadora perderá fuerza o incluso no arrancará.
Aplica un limpiador de carburadores sin desmontarlo, pero si notas que el motor se acelera y desacelera solo, conviene desmontarlo y limpiarlo a fondo. Verifica también que las membranas no estén endurecidas.
4. Revisa la bujía y el filtro de combustible:
Una bujía sucia o desgastada no genera chispa suficiente. Sácalo y revisa el electrodo: si está negro o lleno de residuos, cámbialo.
El filtro de combustible, situado dentro del depósito, también obstruye y limita el paso de gasolina. Sustituirlo cada temporada es una buena práctica.
5. No olvides el escape y el mantenimiento general:
Con el uso, el escape acumula carbonilla y el motor no expulsa bien los gases. Desmonta el silenciador y limpia la salida con cuidado. Aprovecha también para revisar el hilo o la cuchilla de corte: si está muy gastado o mal enrollado, el motor trabaja forzado y parece perder fuerza aunque no sea un fallo interno.